El elemento más importante en un guion cinematográfico no es el protagonista, ni los personajes secundarios, ni el diálogo o la trama. Lo más importante, en muchos de los casos, es el antagonista. Esto puede ser contrario a lo que se pudiera pensar.
Hitchcock solía decir que:
"Entre mejor es un antagonista, mejor es la historia"
Es importante, también, que el antagonista sea un personaje activo, es decir, debe querer algo: un plan. Así el protagonista se pondrá en acción, pero siempre es después de que el antagonista ha decidido que hacer.
El plan del antagonista es lo que estimula a la historia. Es el antagonista el que trae el conflicto a la vida del protagonista (toda historia de ficción tiene un conflicto).
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Una manera efectiva para la planeación de tu historia es mirarla a través de los ojos del antagonista, desde su punto de vista de las cosas y de la vida. Así puedes, de una manera más simple, crear su contraparte, el protagonista.
- El protagonista reacciona a las acciones del antagonista.
- El antagonista pone los obstáculos al protagonista a lo largo de la historia.
- Es necesario que el antagonista esté en movimiento, que tenga un plan.
- El antagonista debe ser activo y el protagonista, reactivo.
Dependiendo del plan del antagonista, entonces es la manera en que el protagonista reacciona. Generalmente los dos quieren cosas opuestas o también puede pasar que quieran la misma cosa, pero por diferentes razones, así es como se genera un conflicto, así entonces, el drama de la historia llega.
Es importante pensar bien en el plan que el antagonista tenga ya que un plan tonto hace una historia tonta; un plan muy flojo, hace una historia muy floja; un plan sin credibilidad o poco realista hace una historia inverosímil. Pero, sin embargo, un plan inteligente, hace una historia inteligente. Entre más profundo sea el plan del antagonista y sus razones, entonces más creíble y realista será la historia.
Si desde un principio el espectador no cree en el plan del antagonista, o simplemente no entienda porque querría eso o las razones ni sus justificaciones para hacerlo, entonces no creerá la historia que le presentes y jamás atraparás su atención. Todo debe tener un sentido lógico, según sea la situación, para que el espectador pueda sentir algo de empatía por el protagonista y su lucha en la historia. Todo gracias al plan del antagonista.
Esto no se trata de crear un antagonista con maldad pura. Eso no tiene sentido y no es verosímil. No existe nadie con maldad pura, de la misma manera en que no existe nadie con bondad pura. Solo existen grados de bondad y maldad en cada persona.
No hay cosas malas o buenas, solo seres con moral, educación o cultura diferente.
Uno, como espectador, puede comprender la situación y las acciones de cada quien si se conocen los hechos y las razones por las que se hace. Por ejemplo, todos estamos en contra de matar a alguien, de eso no hay duda, pero si conocemos el caso de alguien que lo hace por alguna injusticia, entonces podemos comprenderlo de cierta manera, aunque eso no nos hace que estemos de acuerdo con ello. Lo mismo sucede con los personajes de tu historia, no son buenas personas porque se crean "un pan de Dios" ni tampoco malas personas porque sean parientes de Satanás. Eso no existe.
Otra alternativa que puedes utilizar para crear una buena historia por medio del plan del antagonista, es hacer a tu antagonista impredecible, de esta manera puedes hacer creer a la audiencia de que su plan es uno, que tiene un motivo especial para hacerlo, pero en realidad ese plan o sus razones son diferentes, entonces eso provoca un cambio interesante en la historia cuando el protagonista se entera del plan verdadero del antagonista.
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Recuerda que para escribir un guion cinematográfico no existen las fórmulas secretas, solo las herramientas que te pueden ayudar a realizarlo.
NO existe la manera correcta de escribir, pero sí existe tú manera de hacerlo.
NO existe la manera correcta de escribir, pero sí existe tú manera de hacerlo.
¡Así, que a escribir se ha dicho!
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